Parece existir un amplio consenso en cuanto a que la laicidad es un elemento fundamental de toda democracia liberal compuesta por ciudadanos que profesan distintas concepciones del mundo y del bien. Pero ¿qué es la laicidad? Si por lo general se piensa que es un régimen político y jurídico cuya función es establecer cierta distancia entre el Estado y la religión, los problemas surgen cuando hay que trazar líneas más precisas. El presente libro contribuye a aclarar este debate analizando los principios constitutivos de la laicidad en un marco general de diversidad de creencias y valores, religiosos o no, que profesan los ciudadanos.