Taciano, asirio del siglo II, buen conocedor de la cultura helénica, acudió a Roma en busca de la sabiduría. Su encuentro con San Justino, hacia el año 150, fue decisivo. "Si buscas sabiduría, aquí tienes los Evangelios". Quedó deslumbrado y entusiasmado, como tantos de su tiempo y de todos los siglos. Pidió el bautismo y se dedicó a ordenar armónicamente los cuatro Evangelios concordados, sin añadir nada de su parte. Taciano la llamó DIATESSARON, que tuvo amplia y profunda influencia en los sigos II-IV.EDIBESA es la primera editorial que ha publicado el DIATESSARON en castellano, después de 1.830 años de su aparición, gracias a la traducción, introducción y notas de Jesús Álvarez Maestro, O.A.R.