Una vez leí el origen de la expresión «de perdidos, al río»: si alguien se pierde, por ejemplo, en un bosque, una buena solución para salir de allí es encontrar un río y seguir su corriente hasta el mar. No sé si ese es realmente el origen de la expresión, pero siento que es lo mismo que me sucedió a mí cuando escribí los poemas que conforman este libro, encontré salidas. Cada uno de ellos explica un trocito de mí. Me he entendido gracias a ellos y ojalá tú, que vas a leer este libro, te encuentres en alguno también.