El feudalismo es uno de los grandes temas del medievalismo. Un término usado tanto en la práctica historiográfica como en otros discursos y en la cultura popular. Pero es un neologismo moderno con distintas acepciones, generalmente peyorativas. Este libro parte de su consideración como una herramienta útil para el análisis historiográfico. El feudalismo y los procesos de feudalización fueron objeto de intensos debates a finales del siglo pasado tanto en España como fuera de nuestras fronteras. El impacto no exento de críticas del libro de Abilio Barbero y Marcelo Vigil sobre la formación del feudalismo en la península ibérica y los ecos del denominado «feudalismo mediterráneo» y del debate sobre la «mutación feudal» centraron la discusión. En la actualidad, los estudios sobre la historia social de la Edad Media se han alejado de esos debates. Sin embargo, este libro reivindica el papel del feudalismo y de los procesos de feudalización como herramientas analíticas del historiador para ofrecer interpretaciones globales que integren numerosos fenómenos. Para ello, se abandona la idea de un «modelo» de feudalización para hablar de varios procesos, muy influidos por distintas situaciones locales. También se busca huir del solipsismo de las escuelas historiográficas nacionales para apostar por un debate mucho más internacional en el que la experiencia de la península ibérica pueda comprenderse mejor.