En este libro, Aparicio ha reunido obras suyas de diferentes épocas, que, aunque fueron escritas y publicadas en tiempos diferentes, con marcos temporales no sucesivos, se nos aparecen ahora como enlazadas por una misma ley gravitatoria que con toda naturalidad las hace capítulos o partes, cuatro grandes partes, de una misma novela, esa que conduce y desvela el mundo de Lot, en el que bullen personajes, relaciones y conductas que, conexionadas según la convención del paso del tiempo, nos ofrece el transcurso de un abigarrado y significativo panorama individual y social. El referente histórico comienza con la guerra civil del siglo xx (libro primero), al que sigue la perspectiva del franquismo en los llamados «25 años de paz» (libro segundo) y continúa con los primeros años de la democracia restaurada por la constitución de 1978 (libro tercero), todo lo cual viene a diluirse en el libro cuarto, que se sitúa en un espacio atemporal y misterioso, en el que todas las simbologías de los libros anteriores confluyen. Desde una mirada nada complaciente, e incluso premonitoria de lo que ha resultado la salvaje avalancha de la corrupción, La novela de Lot habla de este país y de lo que somos, con propósito de desciframiento, cumpliendo de tal modo, con rigor y eficacia, la fundamental misión del género novelesco. Y al citado propósito de desciframiento podríamos añadir con naturalidad una condición de parábola, que convertiría ese Lot ficcional en cierto reflejo mítico del país y hasta del mundo que vivimos. José María Merino