Quinto volumen de las cautivadoras historietas que introdujeron a innumerables niños y adultos en el maravilloso universo de la familia más encantadora de la literatura infantil. Acompañaremos a esta particular familia y a todos sus amigos en tres nuevas aventuras en las que se enfrentarán a peripecias de todo tipo. Un nuevo invierno llega al Valle y, con él, una tormenta de nieve sorpresa que los deja encerrados en casa en «Invierno Mumin», donde los Mumin experimentarán la complejidad de la convivencia y los límites de la privacidad. En «Mumin en barco», nuestros protagonistas descubrirán las maravillas, pero también los peligros, de la vida marítima. Y por supuesto no podría faltar una nueva trama romántica, esta vez protagonizada por Confusón, cuyo mal de amor por la Mimbla lo lleva a recurrir a la consulta psiquiátrica del Sombrerero. Llamados por la curiosidad, los peculiares habitantes del valle de los Mumin acudirán a terapia y se sumergirán en las profundidades de su inconsciente en «El cortejo de Confusón», aunque con dudosos resultados. Con su fino humor y su habilidad para retratar la realidad cotidiana de la forma más desenfadada, Tove Jansson vuelve a demostrar en este volumen por qué su universo ha cautivado a millones de lectores en todo el mundo.«Los libros de los Mumin son clásicos que conectan con el niño que hay en los adultos y con la parte adulta que hay en los niños, y comparten con ambos la estoica y gozosa perspectiva de la vida que poseía su autora. [Jansson] es una poetisa de la soledad y el amor, de la familia y las peculiaridades individuales, del valor y el absurdo.» The Guardian «En el terreno de las tiras cómicas no hay nada comparable con Mumin [...]. Se pueden leer antologías enteras de tiras que no contienen la tristeza y la verdad que Jansson es capaz de reflejar en tres viñetas. [...] En última instancia, ése es el auténtico don de Jansson: contar tanto en un espacio tan diminuto». National Post «Conocer a losMumin es como conocer a Tove Jansson: volcó su sabiduría, sus sueños y sus miedos en sus personajes.» The Economist