Un instante prolongado en el tiempo, un inicio que se transforma en su propio fin, notas a pie de página como mensajes en una botella lanzada al vacío de un futuro imaginario, cuatro minutos y treinta y tres segundos, puertas que se abren y nos acogen, música que se transmuta en silencio. Los poemas que se recogen en este libro presentan una polifonía de voces y formas, en las que el mundo de lo fugaz cohabita con la perpetua mirada de un universo en continua expansión.