El fenómeno de la creación de la Fábula de los oráculos se convierte así en un intrigante tesoro literario que encadena la literatura fantástica con la genialidad de la dramaturgia griega. Con toques de rica prosa poética a veces, configura una narrativa dialógica fabulosa de realidades que parecen sueños de escenas extrañas ocurridas en ambientes familiares. Los siete oráculos (llamativo el número siete), con tonos y estilos semejantes y diversos, una exquisita variedad de caracteres y ejes discursivos a la vez reales y sibilinos, pero siempre merodeando el espacio de la vida muerta y de la muerte viva, con complicada esperanza y compañía.