Las personas se enfrentan a un déficit del cuidado: tenemos demasiado trabajo, hay demasiadas exigencias, no tenemos tiempo suficiente para poder cuidar adecuadamente a los niños, la gente mayor, y a nosotros mismos. Al mismo tiempo, la implicación en la política en muchos países del mundo llega a bajos históricos, aunque debería ayudarnos a cuidar mejor, la vemos como algo lejano. Democracia y cuidado argumenta que necesitamos repensar la democracia, así como nuestros valores y compromisos fundamentales, desde una perspectiva cuidadora. Joan Tronto argumenta que debemos revisar cómo el género, la raza, la clase y el mercado desvían el trabajo de cuidados, y pensar la libertad y la igualdad desde la perspectiva de hacer los cuidados más justos. La idea de que la producción y la economía son la principal preocupación humana y política ignora la realidad: el cuidado está en el centro de la vida humana, pero actualmente está fuera de la política. Democracia y cuidado busca las razones de esta desconexión y argumenta a favor de hacer del cuidado el punto central de la política democrática.