Joan Carulla Figueres lleva un siglo adelantándose a su tiempo. Ya de niño tuvo sus primeras intuiciones, como la de convertirse en ôgenerador de amorö. De su padre aprendió el oficio de campesino en Juneda (Lérida) y de mayor se convirtió en ôel abuelo de los tejados verdesö en el corazón de Barcelona. Conocido también como el payés urbano, Carulla ha sabido convertir su ôañoranza del campoö en una solución real ante el cambio climático. Su azotea ôcomestibleö en el quinto piso, con 40 árboles frutales e hileras interminables de vegetales, lleva marcando el camino de las ciudades verdes desde hace medio siglo. Fue ecologista sin saberlo. Vegetariano por convicción y necesidad. Testigo de tres monarquías, dos dictaduras y una república. Pacifista desde la guerra civil, que le pasó por encima. Pionero también de la era de los supermercados y presidente del Gremio de la Alimentación. Pero esta es solo parte de la historia... A lo largo de su vida, Joan Carulla no ha dejado de teclear sus ideas y recuerdos en su querida Olivetti. Y lo sigue haciendo a sus 100 años, en estas páginas escritas mano a mano con su