En 1980, el célebre escritor Jorge Luis Borges visitó Barcelona. Una leyenda urbana aventura que durante su breve estancia entabló amistosas conversaciones con un chófer ocasional, Germán, antiguo boxeador que le contó a Borges la historia de su púgil favorito, Josep Gironès, el llamado crack de Gracia, ídolo indiscutible del boxeo europeo en los años 30 y de la Barcelona republicana. Una historia de éxito, tragedia y despreciables calumnias que fascinó al escritor. Borges había insistido en grabar en un magnetófono esas conversaciones para conservar el recuerdo, pero acabó olvidando la cinta en Barcelona al partir. Treinta años después, Germán tratará de recuperar y descifrar esas charlas de la vieja cinta con la ayuda de un barbero muy peculiar llamado Arístides. En ella habían quedado grabadas ciertas palabras olvidadas, pero de vital importancia para el ex púgil. Necesitará esas palabras para acometer un último e inesperado combate, que acaso será el más decisivo de su vida.