Aunque ya ha superado la edad para ser emérito, el comisario Gorgonio sigue en activo y es reclamado desde Asturias para apoyar en la investigación del asesinato de un sindicalista liberado. Allí, un grupo de periodistas locales, con el visto bueno de las autoridades policiales, le convence para que les relate su participación en el grupo policial que investigó en 1977 la matanza de los abogados laboralistas de Atocha, primer caso al que se enfrentó Gorgonio en Madrid, nada más llegar de su primer destino profesional en Castellón, Alejandro M. Gallo compagina las pesquisas actuales con los recuerdos del detallado proceso en el que un puñado de policías se atrevieron a romper con el yugo de la España franquista y lograron poner un bozal a las fieras del franquismo, que se resistían a dejar paso a la libertad impulsada por la Transición hacia la democracia.