Compuesto por el poema largo Pantalla vacía y otros siete más breves que lo complementan, Streaming ofrece la retransmisión en directo de una distopía asumida ya como la nueva realidad. El libro se adentra en la relación entre la muerte y los medios de comunicación: la propia consciencia del fin convertida en mero espectáculo a través de las pantallas. Sus poemas recorren lugares de nadie, como tiendas de segunda mano o pasillos de hospitales, y hacen reflexionar sobre cómo el amor, la angustia, el deseo o la identidad son distorsionados por la saturación informativa.