1820: El único español salvado de la matanza rioplatense de San Luis de Rioseco, el duque de San Félix, antiguo héroe de la Guerra de Independencia Española, ha de regresar a su hogar -como el Ulises de Homero-, afrontando grandes peligros y viviendo todo tipo de aventuras. En primer lugar se dirigirá hacia el Brasil monárquico, huyendo a través de la Pampa de la persecución de los indios, a sueldo de los sublevados independentistas argentinos y chilenos. Más tarde, al no ser reconocido en la corte portuguesa establecida en Río de Janeiro, deberá arreglárselas para llegar a Europa por sus propios medios y de incógnito. Tras su llegada al viejo continente, las guerras civiles, los enfrentamientos entre liberales y conservadores y hasta las epidemias desatadas le dificultarán la recuperación de su familia, regresar a España, donde rige un régimen contrario a sus ideas, y volver a ser quien era antes de su partida a América para combatir a los independentistas, en 1816. Después de deambular, viviendo aventuras sorprendentes por Europa durante varios años, en 1823 se unirá a la invasión francesa de España por los Cien Mil Hijos de San Luis, a fin de poder regresar a su país y retomar su ansiada posición social y familiar.