El pato cojo vive solo en un patio donde nunca brilla el sol. Inesperadamente llega una visita, se trata de una gallina ciega con ganas de conocer mundo. Le ofrece al pato que le haga de perro guía para encontrar el lugar donde se cumplen todos los deseos, incluso el más secreto. El pato se resiste a abandonar su patio, afuera les esperan mil y un peligros. Pero la gallina no se deja acobardar y está dispuesta a emprender el viaje sola. El pato al final cede y decide acompañarla: él le hará de guía y ella le servirá de apoyo allá donde la muleta no alcance. Atraviesan bosques inhóspitos, cruzan ríos peligrosos por pasarelas vertiginosas y suben por montañas escarpadas, hasta que, por fin, llegan a su destino, pero... No hace falta que os contemos el final, ¿verdad