Después del libro Detectives de objetos, llega un nuevo caso de la Agencia El Solar. A medio camino entre la literatura y la etnografía, Archivo de la delicadeza nace de una residencia de tres meses en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid entre los más de 80 000 objetos de su colección. Su escritura se basa en la escucha de testimonios y en las observaciones de Shaday Larios y Jomi Oligor, detectives cuya labor consiste en escudriñar y descifrar el lenguaje y la memoria de los objetos: en las baldas de los almacenes del museo hay un temblor cotidiano que recorre cada uno de ellos. Es el deseo de que perduren. Es el deseo de que sigan aquí para atestiguar, pase lo que pase.