Breves reflexiones de filosofía práctica para acercarnos a la felicidad en la vida cotidiana. Muchos pensadores, desde los albores de la humanidad, han considerado que la clave de la vida moral reside en la práctica de la virtud. En la actualidad, nos hemos olvidado de esta tendencia e incluso parece que nos da vergüenza pronunciar la palabra virtud, como si virtuoso fuera sinónimo de mojigato, sumiso, pusilánime, santón o timorato. Sin embargo, es justamente lo contrario: la persona virtuosa afronta la vida con grandeza porque transforma hábitos y prácticas cotidianas en virtudes que la curten, la fortalecen, la hacen grande. Carlos Goñi propone transformar cincuenta pequeños hábitos ?la gratitud, el humor, el estudio, la audacia, el silencio, el optimismo, etc.? en costumbres cotidianas enriquecedoras y virtuosas. Virtudes mínimas ?así las denomina? que reúne y glosa para acercarlas a nuestro tiempo presente, dejando atrás los patrones clásicos de la filosofía moral, pero también la desorientación y el inmovilismo al que nos conduce a menudo la sociedad «líquida». En este libro trata de comprender esas virtudes mínimas, mostrar por qué las necesitamos y cómo podemos servirnos de ellas para construir un mundo más justo, más libre, más feliz.