Ha nacido una camada de gatitos, y entre ellos Pitschi, la pequeña inconformista, se niega a ser como el resto: ella no quiere jugar con un ovillo de lana, ella quiere ser un gallo. Así que sigue a Papá Gallo para aprender de él, pero la cosa no termina como esperaba... Después quiere ser una cabra. Y una patita. Y una coneja. Pitschi, la gatita rebelde, quiere ser mil cosas porque aún no sabe quién es. Y es que saber quién es una lleva tiempo. Menos mal que Pitschi tiene todo el tiempo del mundo. Eso, y muchas ganas de aventura.