Cuando Florián Falomir descubre el cadáver de una muchacha en una playa de Cádiz, no puede imaginar hasta dónde le conducirá este caso. La muerte de la chica estará relacionada con una baraja de plata dorada que perteneció a los Borbones. Concretamente, a Carlota de Borbón, primogénita de Carlos IV y hermana de Fernando VII. Dándose la circunstancia de que ese valiosísimo juego de naipes se acaba de subastar en una sala de Nueva York, sin que se sepa dónde está ni quién lo ha adquirido. Una trama que se irá complicando a medida que la policía relacione esta muerte con las desapariciones anteriores de otras tres mujeres, y que Falomir se vaya introduciendo en un Cádiz tan hermoso de día como misterioso de noche. Muy inquietante, porque tal vez en la subterránea oscuridad de sus criptas, pozos o túneles acechen antiguos secretos y sombras del pasado, fuerzas a las que acaso sea preferible no despertar