El poemario Trazos de la realidad sería una continuación de los anteriores poemarios que el poeta ha ido creando en los últimos años: Blanco sobre Negro, Transitando por el camino de la vida, Sueños de Libertad y Paz, Versos libres para el pueblo o Últimos versos para Sofía. El poeta, a través de estos sesenta poemas que conforman Trazos de la realidad, busca a través de los hechos reales que se pueden palpar y ver diariamente, poner al lector ante un espejo para preguntarse si él también acepta o está de acuerdo con este mundo consumista y deshumanizado actual, si es cómplice de las injusticias sociales existentes, de las guerras o la destrucción de la naturaleza. El estilo que utiliza el poeta en Trazos de la realidad es directo, sencillo y transparente como un río cristalino al estilo quevediano o machadiano sin emplear excesivas figuras literarias que puedan dificultar lo que realmente nos quiere decir ese poema, pues lo realmente importante es mentalizar al lector del peligro que corre la naturaleza, de las luchas y guerras que asolan el planeta, de querer hasta conquistar el universo aunque para ello sea necesario que millones de personas se mueran de hambre todos los años.