Dalia tuvo a su hija a la tierna edad de quince años. Un hombre la engañó aprovechándose de su inocencia, truncando así su vida. Dejó de ser niña para ser solo madre, y ahora dieciocho años más tarde, su hija se va a la universidad y ella no sabe ser algo que no sea la madre de Lila. Tendrá que encontrarse a ella misma y tal vez sea hora de que viva la juventud robada que un día se fue sin pedirle permiso y más sí es al lado del atractivo Kellan. Lila siempre ha sabido que no debería haber nacido cuando lo hizo. Que su nacimiento truncó la vida de su madre. Se siente culpable por esto y porque su padre fuera una mala persona que acabó en la cárcel por sus delitos. Su familia la ha protegido tanto que ahora solo piensa en volar libre y disfrutar de la universidad.