Iris ha sentido toda su vida la mirada de su padre, juzgándola, acompañándola para bien o para mal. Le habría gustado nacer con el primer disco de los Smiths, pero lo hizo mientras Red Hot Chili Peppers despegaba. Siempre ha sido una inadaptada, un fracaso para su padre al no cumplir con sus expectativas vitales y una farsa para ella misma, al tratar de encajar en el molde que la sociedad tenía preparado para ella. Desde una infancia atravesada por los miedos y las imposiciones de su padre, pasando por una adolescencia rebelde, una juventud en búsqueda del sentido vital, hasta llegar a la calma y la reflexión de la vida adulta, Iris luchará por ser ella misma. Así, dejará de sentirse observada por el reflejo de las gafas redondas de su padre y empezará a mirarse a través de sus propios ojos.