Hay aguas en las que es mejor no sumergirse La agencia de detectives de Kate Marshall despega cuando ella y su socio, Tristan Harper, reciben su primer gran caso. Hace doce años, la periodista Joanna Duncan se esfumó sin dejar rastro tras destapar un escándalo político. La opinión pública y la policía han pasado página, a día de hoy nadie sabe dónde está Joanna, pero su madre no quiere darse por vencida. Igual que la policía, Kate y Tristan investigan los lugares y a los sospechosos relacionados con Joanna, pero, esta vez, los efectos personales de la reportera se convierten en la clave para vincular su caso con el de otras desapariciones de la época y del presente. Pronto, los detectives se darán cuenta de que Joanna pudo haberse topado con algo mucho más siniestro de lo que esperaba: la identidad de un asesino en serie que se esconde a plena vista.