Los idiotas ocupa un lugar privilegiado entre las películas más representativas de Dogma 95, último gran movimiento de resistencia cinematográfica, no solo por haber sido dirigida por Lars von Trier, principal ideólogo del movimiento, sino sobre todo por acercarnos a esa radicalidad originaria de la propuesta que iría diluyéndose con el paso del tiempo. La cinta nos ofrece, así, una buena muestra de la estética ordinaria, la incorrección política, la ácida ironía y el fuerte impacto emocional sobre el espectador que caracterizaron a los primeros films de la corriente. Presentándonos la provocadora dinámica de unos jóvenes que simulan ser personas con diversidad funcional y sumergiéndonos en el misterio que alberga Karen, la mujer que topa con el grupo por casualidad, Los idiotas nos insta a reflexionar sobre los beneficios terapéuticos de la idiotización y a posicionarnos ante la voluntad de Dogma 95 de hacer el idiota en el mundo del cine.