"Desde hace años Carlos Díaz hace filosofía con una extraordinaria densidad literaria, al mismo tiempo culterana y conceptista, cansado de haberse comido su propio estilo en favor de los lectores menos preparados. La dificultad que algunos subrayan en el magisterio del doctor Carlos Díaz, aunque no tanto en sus discursos ni en sus clases presenciales, está sobre todo en su inverosimilitud, pues no parece verdad lo que nos propone, a fuer de inusual, de extravagante y de sincero. No es de extrañar, por tanto, que esa su quijotesca riqueza le cueste cara, pues no puede venderla por falta de compradores lectores cuyos oídos no están lo bastante preparados para inteligir lo que se les viene encima". (Del prólogo de Ángel Urrea. Catedrático emérito de Antropología filosófica. Universidad de los Andes, Venezuela)