Luis Cernuda publicó sus Estudios sobre poesía española contemporánea en Madrid en 1957. Desde el día mismo en que el libro comenzó a circular, despertó reacciones muy fuertes en su contra. Y es que, al margen las numerosas observaciones agudas y originales que articulaban el texto, resultó insólita la dureza con que el sevillano trataba allí a varios poetas de prestigio. Cernuda seguramente fue injusto, y contradictorio, en algunas de sus apreciaciones. Pero, mirados ya desde la perspectiva actual, resulta evidente que sus Estudios tuvieron, entre otros grandes méritos, el de poner en entredicho las sofocantes normas y convenciones de la crítica literaria española del momento, reivindicando otra forma de aproximarse a la poesía que algunos lectores, entre ellos José Ángel Valente, Francisco Brines y Jaime Gil de Biedma, iban a encontrar no sólo refrescante, sino incluso liberadora. Como ya lo dijo José Emilio Pacheco, no hay nada más indispensable para una sociedad literaria que una conciencia auténticamente crítica, como la de Cernuda, siempre dispuesta a nadar contra corriente: «Leer o escuchar juicios contrarios a los nuestros es un ejercicio espiritual. El valor de una obra se prueba más en la negación que en la alabanza». Luis Cernuda. A diferencia de otros poetas de su generación, de éxito más o menos inmediato, Luis Cernuda (1902-1963) fue elaborando su obra un poco al margen del mundo literario de su día, confiado en que su poesía iría creando su propio público poco a poco. La aparición en 1936 de la primera edición de su obra poética, La realidad y el deseo, contó con una muy buena crítica;sin embargo, el estallido de la guerra civil impidió que se consolidara entonces su reputación. Después de la guerra, en que tomó partido con la República, se exilió, primero en Gran Bretaña (1938-1947) y después en Estados Unidos (1947-1952) y México (1952-1963). La importancia de sus lecturas de poesía inglesa para su obra ha sido resaltada, con razón, por la crítica. En México Cernuda publicó una segunda edición ampliada de La realidad y el deseo (1940) y también una tercera (1958). Fue asimismo en México donde escribió los poemas de Desolación de la Quimera (1962) y dos de sus libros de crítica literaria: Estudios sobre poesía española contemporánea (1957) y Pensamiento poético en la lírica inglesa (siglo XIX). Después de su muerte en noviembre de 1963, su influencia en la poesía española contemporánea ha ido creciendo sin parar.