Para Fernando Castro Flórez, autor del exitoso ensayo Mierda y catástrofe, repasa en este nuevo libro los hitos del arte contemporáneo: Cattelan, Broodthaers, Warhol, Manzoni, Michals, Jaar, o Creed. Vivimos atrapados en el exhibicionismo delirante de la propia nulidad, con una extraordinaria falta de pudor y un singular servilismo de las víctimas que participan, de una forma aparentemente gozosa, en el espectáculo de la humillación. La «estetización de lo peor» carece de límites. Toda esa vertiginosa proliferación de «anomalías salvajes» puede ser la suma de una estetización perversa de lo anodino y la política del miedo, que también provoca un aburrimiento atroz. Buscamos experiencias singulares y lo que nos acecha desde el «marco» de nuestro muro «narcisista-computacional» no son otra cosa que los rastros de la parametrización hiper-panóptica, ese virtual tobogán deslizante hacia toda suerte de naderías.