En un pequeño pueblo estaudinense existe una tradición y es el de sortear un premio entre sus habitantes. Este es el marco doméstico en el que nos sumerge Shirley Jackson para contarnos una historia macabra. La adaptación al cómic corre a cargo de su nieto, Miles Hyman que ha creado ha creado una visión fantasmagórica de la aldea donde se desarrolla la historia,sus habitantes y el inolvidable ritual que pusieron en marcha. Publicado por primera vez en 1948, en el New Yorker, recibío por parte de sus lectores una respuesta muy negativa que llevó a muchos de ellos a dar de baja su suscripción a la revista.