Alfonso Casas nos enfrenta a nuestro bestiario particular en MonstruosaMente, demostrando en sus páginas que, cuando les miras a la cara, tus monstruos no asustan tanto. ¿Alguna vez te han asaltado las dudas en mitad de la noche, y ya no has podido volver a conciliar el sueño? ¿O te has quedado atrapado durante horas en el sofá preguntándote por ese mensaje que escribiste (y que nunca te respondieron)? En este cómic el autor pone cara y cuerpo a todos esos molestos (aunque a veces entrañables) monstruos interiores con los que el protagonista se enfrenta en sus pequeños dramas cotidianos, en una historia a ratos luminosa y a ratos oscura, pero siempre dibujada con humor. Porque cuando consigues reírte de tus propios monstruos, ya tienes medio camino hecho.