Las cosas no se desarrollan como queréis porque hay un guión que os gobierna y no os permite actuar según vuestra voluntad. Además, nada funciona en vuestras vidas y la causa es que no sabéis comportaros de modo que todo lo haga. En lugar de configurar la realidad en la película del futuro inminente, lucháis contra la realidad del fotograma en curso. La realidad efectiva es algo que nunca fue y jamás será, porque solo es una vez y ahora mismo. La realidad existe solo en un contexto que ya pasó. Nadie puede cambiar algo que ya ocurrió, aunque lo intente constantemente. Todo lo que os rodea ya se ha dado. Para cambiar el guion de la película hay que despertarse y cobrar vida en él. ¡Tafti, la sacerdotisa, os mostrará cómo hacerlo!