Este libro estudia e ilustra la realidad de las condiciones de vida de la mayor parte de la población catalana durante los primeros años de la dictadura franquista. Para ello explora la evolución de los salarios, y en general el nivel de vida de la población durante la década de los años cuarenta. También se aproxima a la disidencia política contra el régimen y perfila la actitud de la jerarquía eclesiástica con relación al gobierno franquista.