El nuevo poemario de Gloria Gil (Madrid, 1983) traza un recorrido por una ciudad no siempre amable cuya oferta es lo que pudo ser, el vínculo que se desdibuja, la fachadaUna medianera es un «quizás». Un «ya veremos». Un «vamos hablando». Ese «de momento» que se hace eterno. Ese contrato que no acaba de cerrarse. El nuevo poemario de Gloria Gil (Madrid, 1983) traza un recorrido por una ciudad no siempre amable cuya oferta es lo que pudo ser, el vínculo que se desdibuja, la fachada para siempre a medias. Estos poemas plantean un análisis de cómo afecta a nuestros cuerpos y mentes el caos de lo inconcluso, pero ofrecen, también, un pequeño antídoto contra los «casi», un lugar donde poder hablar con uno mismo y admirar su propia voz. Una voz que lleva mucho tiempo silenciada bajo la incertidumbre y a la que la poesía, tal vez, sana.