Durante cuatro días y la vida entera, la aldea se murió con las mujeres, las niñas, los varones y los muchachos. La abuela Ntó, trovadora, lideró la batalla. Las niñas, sus niñas con cosas malolientes en el allí abajo de las mujeres, las antorchadas del fuego, sobrevivimos. Había llegado el etó fili de las mujeres.