En La sociedad tradicional y sus enemigos, José Miguel Gambra expone las doctrinas fundamentales del carlismo y los caracteres de la única tradición, de origen divino, a la que según sus principios el hombre debe someterse. La elucidación de esta tradición, que no es otra que la tradición de las Españas, le permite al autor mostrar, en su verdadero alcance, la monstruosidad de las premisas filosóficas que comparten el liberalismo y el totalitarismo. Desde el punto de vista tradicionalista, los tiempos modernos son el escenario de las guerras más cruentas y sanguinarias de la historia. Estas guerras no tienen otros protagonistas que el liberalismo y el totalitarismo, enfrentados a muerte a raíz, justamente, de los comunes prejuicios filosóficos en que ambos se basan. Aparte de teñir de sangre la historia, según el ideario carlista tanto el liberalismo como el totalitarismo reducen la existencia humana, individual y colectiva, a la más desgraciada servidumbre.