El objetivo de estas páginas es contarles a todos ustedes la historia de mi familia, que es como contarles la historia de Mallorca casi desde tiempo inmemorial, porque de una forma u otra ambas van unidas. Mi familia también está muy unida sentimentalmente a Valldemossa y, desde que lo compró mi padre, al Palacio del Rey Sancho: uno de los monumentos más valiosos de nuestro país, en el que se perpetúan las tradiciones mallorquinas, donde vivieron Jovellanos y Rubén Darío, y que ha sido visitado por grandes personalidades internacionales. El Palacio del Rey Sancho destaca poderosamente en la fachada pintoresca del que se considera para muchos el pueblo más bonito y mágico de España.