Su voz es valiente, original, claramente adelantada a todo lo que la rodea. El riesgo cae en sus poemas con firmeza porque la autora sabe que las palabras, esas que perfila con la sencillez que sólo tienen los maestros, están por encima de peligros y consecuencias. Y eso, en un mundo en el que apenas se describe la realidad tal y como es, cruda y vital, es lo que la convierte en una de las voces más rompedoras de este siglo.