Antes del descubrimiento de cualquier cueva, los servicios esenciales de Nerja estaban en la única carretera hacia a Málaga, en un extremo una iglesia en el otro una herrería. Entre ellos había una fuente, dos posadas dirigidas respectivamente por Pilar y Rosario, cuyo hijo se encargaba de la gasolinera. En la parte del mar estaba el llamado Balcón de Europa. También había un cementerio. Hoy en día, 60 años después intactas y no manipuladas, estas fotografías son capaces de contar esta historia más vívidamente que las meras palabras.