Con una buena dosis de humor, se puede protestar, evidenciar carencias, denunciar hechos... La vida de un Policía Nacional no es fácil, debe estar preparado para enfrentarse cada día a los peligros y vicisitudes de la calle, intentar razonar con la decadencia, dar prioridad a la protección de los ciudadanos y tomar decisiones en situaciones límite. Siguiendo la filosofía de ´La Verdad Azul´, Enrique Martín continúa haciéndonos reír o nos encoge el corazón con anécdotas policiales reales que, a veces, rayan lo absurdo.