La novela es de carácter histórico, se desarrolla entre septiembre de 1932 y agosto de 1936 y recoge costumbres, tradiciones, modos de pensar, de creer y hacer la vida de la España profunda, que navegó entre la esperanza y la desilusión. Las pretenciosas, y justas, medidas reformistas del primer bienio republicano alentaron expectativas halagüeñas de cambios sociales y económicos. Al fracasar, generaron rabia, desesperanza y hambre. Nadie supo estar en su sitio. La acción muestra las repercusiones que tenían las decisiones de la alta política sobre las capas inferiores de la sociedad, sometida al dictado de caciques antiguos y oportunistas emergentes. Es la intrahistoria lo que interesa al autor;especialmente, la visceralidad fomentada por la frustración que supuso la II República.El eje es una historia de amor real. Gabriel, el protagonista, es una persona sincera en su ingenuidad, honesto en sus convicciones y en su desencanto, que resulta víctima de las circunstancias que atraviesa y de los sempiternos bulos y mistificaciones pueblerinas. El Parlamento de febrero de 1936 dibujó un país ingobernable, con 24 grupos parlamentarios;habían quedado extraparlamentarios falangistas y anarquistas;éstos y buena parte de la población civil estaba armada y en disposición de imponer las ideas propias.