Poco a poco se va recuperando en la memoria colectiva la labor de muchas mujeres que vivieron en el actual territorio de Castilla-La Mancha y que, pese a las trabas que el entorno les impuso, lograron destacar en distintos campos de la vida económica, social o creativa. Leopolda Gasso (Quintanar de la Orden, 1848 - Madrid, 1885) es una de ellas. Si bien como pintora tuvo un recorrido limitado, sus ensayos sobre el papel de la mujer en las bellas artes y en las ideas estéticas sí tuvo bastante eco en un momento crucial en la lucha por romper la inercia de siglos, aunque, lamentablemente, su temprana muerte nos privó de una de las mentes más preclaras de su generación, como el lector podrá comprobar al leer esta obra. Ejemplos tanto más valiosos y necesarios cuanto que en el mundo rural o periférico los obstáculos al desarrollo creativo o al protagonismo femenino son mayores.