En el momento más álgido de la guerra que sostienen España y Gran Bretaña por los territorios americanos y Gibraltar, Beltrán Ochoa, capitán de Dragones de Pavía participante en el asedio al peñón, se verá envuelto en una terrible situación derivada de su pésima relación con el general gobernador, Duque de Crillon. Con la excusa de aprovechar su traslado a las Américas, se le ordena escoltar el equipaje del Príncipe de Nassau-Orange hasta Jerez, entre el que se remite oculto un documento de vital importancia para los intereses españoles, objetivo del espionaje británico. La concatenación de circunstancias conducirá a Beltrán Ochoa a enfrentarse por enésima vez a Edmond Lynch, su mortal enemigo, resultando este combate, a pesar de su tremendo dramatismo, infinitamente menos doloroso que la lucha contra los sentimientos de su corazón.
