Sucedió en 1823, cuando un tal James Cleves Symmes presentó una extraña propuesta al Congreso de los Estados Unidos con el fn de obtener fondos para financiar una expedición hacia el centro de la Tierra. Aquel deseo, que para muchos en su día fuera declarado de lo más descabellado, contagió luego su entusiasmo a una serie de estudiosos inconformistas, quienes, animados por esta osadía, decidieron dar a conocer sus hipótesis acerca de una Tierra hueca, realizando publicaciones sorprendentes en un claro desafío a la ciencia ortodoxa, observadora horrorizada ante estos arrebatos intelectuales. Transcurrido más de un siglo desde aquel anuncio esbozado por Symmes, la leyenda de un planeta hueco continuó fascinando a distintas generaciones, siendo en la actualidad internet su defensora más acérrima, con miles de páginas entregadas a esta visión. La intriga ante esta devoción rayana en el fanatismo más absurdo llevó a esta escritora a sumergirse en el mundo de las conspiraciones, para tratar de entender los motivos que alimentan el mito sobre la hipotética existencia de una Tierra interna oculta dentro del planeta ¿Existe una Tierra hueca negada por los gobiernos? ¿O se trata tan solo de una creencia que se niega a morir? Interrogantes que, una vez leído este informe, el lector podrá responder.