La mariña lucense, entre Viveiro y Ribadeo, entre La Coruña y Asturias, ofrece innumerables playas y un excelente marisco. El interior también tiene su tajo litoral o pequeño mar, nos referimos a la Ribeira Sacra que une a Lugo con Orense y es tan rica en monasterios, vino y también en miradores. La pizarra es la piedra que mejor va con el paisaje lugués. Y hablar de piedra es hablar de la muralla romana de la capital, Patrimonio de la Humanidad. Lugo cuenta, además, con pueblos con mucha historia, como la episcopal Mondoñedo o Monforte. Hay además un montón de pueblos perdidos, casi hechos para que el viajero se sorprenda. Y recordemos que por Lugo y por el monasterio de Samos pasa uno de los ramales más bonitos del Camino de Santiago. Los Ancares y O Caurel son paraíso para cazadores y excursionistas. La ternera, el lacón y el pulpo alcanzan en esta tierra cotas de excelencia.