La vida de Will e Iris es perfecta: tienen una casa preciosa en un buen barrio de Atlanta, brillantes trayectorias profesionales y disfrutan de la emoción de estar intentando tener su primer hijo. Pero una mañana, su idílica existencia se viene abajo. Alguien de Liberty Airlines comunica a Iris que su marido era uno de los pasajeros del vuelo 23 con rumbo a Seattle, que acaba de estrellarse en un accidente aéreo sin supervivientes. Sin embargo, Will le había dicho que tenía que volar a Orlando en viaje de negocios... A pesar de su confusión y desconsuelo, Iris está convencida de que todo es un enorme malentendido. Pero las horas pasan y sigue sin recibir ninguna señal de Will, así que tiene que acabar aceptando, con el corazón destrozado, que su marido ha muerto. Aun así, necesita respuesta.