Desde 2008, las democracias prósperas de Occidente se enfrentan a una crisis financiera y fiscal que corroe los fundamentos mismos del Estado de bienestar fundado al fin de la Segunda Guerra Mundial. En esta obra, rápidamente convertida en una referencia para la comprensión de los graves problemas del mundo contemporáneo, Wolfgang Streeck muestra cómo esta crisis hunde sus raíces en la larga transformación neoliberal que comenzó en la década de 1970. Apoyándose en las teorías de la crisis ya bosquejadas en aquellos años, Streeck analiza el modo en que la tensión entre capitalismo y democracia se ha desarrollado en las últimas cuatro décadas, intensificando los conflictos entre los estados, los votantes y los dueños del capital. El autor muestra de qué modo la crisis final de la relación entre el capitalismo y la democracia fue recurrentemente postergada gracias a que los gobiernos fueron comprando tiempo, primero por medio de la inflación, luego a través de deuda pública, más tarde expandiendo los mercados privados de crédito y finalmente, hoy, mediante la compra por parte de los bancos centrales de deuda pública y pasivos bancarios. El resultado es que "la democracia ha sido esterilizada como democracia redistributiva de masas y reducida a una combinación de Estado de derecho y entretenimiento público". "Recuerda al ´Dieciocho Brumario´ de Carlos Marx." Jürgen Habermas