Poco antes de morir, Eugenio Trías animó a sus editores a reeditar El hilo de la verdad. De todos sus libros era el que más ilusión le hacía ver de nuevo al alcance de los lectores. Como él mismo había dicho, «si hay un libro mío capaz de defenderse solo, es éste. Si se me diera a elegir un único libro susceptible de ser salvado de una catástrofe inminente, sin la menor duda elegiría éste». El hilo de la verdad es una expresión de Calderón de la Barca. Se refiere al hilo que Ariadna entrega a Teseo para recorrer el laberinto de Dédalo y luchar contra el Minotauro. Esta escenografía permite a Eugenio Trías replantear la aventura del conocimiento y destilar un concepto de Verdad acorde con su filosofía del límite. La construcción de sus principales conceptos, como son el espacio, el tiempo y el sistema de categorías, se ensaya en este libro en diálogo con obras de arte (Gran vidrio de Marcel Duchamp, Ciudadano Kane de Orson Welles, Cuarta sinfonía de Brahms) y filosofías clásicas (Así habló Zaratustra de Nietzsche, La República de Platón). Se trata de un texto que combina el vuelo poético del ensayo literario con el rigor conceptual del tratado filosófico. Sin duda, la mejor manera de adentrarse en el mundo filosófico de Eugenio Trías.