Hubo una primera relación con la tierra al comienzo del exilio. Fue durante la búsqueda de objetos: monedas, cadenas, clavos, puñales, bronces... más lejanas, fíbulas y falcatas. Contemplar la tierra, arañarla, cavar. Siempre la tierra como superficie a penetrar, como aquello que se interponía entre el tesoro y yo. Sergio Larriera