Funcionario ejemplar por el día, dandy y anarquista bombista por las noches, Félix Fénéon es una de las personalidades más extrañas y asombrosas de la literatura europea del XX. Secundario de lujo en el panorama artístico, valedor de Gide, Proust y Schwob, el periódico Le Matin le encarga en 1906 la elaboración de la página de sucesos: allí bregará con accidentes, peleas, tumultos, incendios y asesinatos. Fénéon cambia totalmente el anodino estilo de redacción de la columna de faits-divers por uno que se sirve de la retórica, el ritmo y la prosodia para relatar concisamente, en tres líneas, sucesos cargados de sarcasmo y humor negro, acontecimientos truculentos y triviales, pequeñas cápsulas de vida de alto contenido explosivo. El resultado es un conjunto de cerca de 1.200 breves textos que llegan a nosotros con una frescura y un descaro que todavía hoy nos parecen sorprendentes. Novelas en tres líneas es un libro de una rareza apasionante, un retrato hilarante y extremadamente cruel de la sociedad francesa de principios del XX.