El libro -dirigido a trabajadores sociales, estudiantes y profesores de Trabajo Social- promueve la idea de que la escucha consciente, amable y compartida de las propias emociones, mejora las intervenciones de ayuda al aumentar la pasión por este trabajo. A través de numerosos testimonios recogidos entre profesionales del sector y la aplicación de algunas estrategias de reflexión, en estrecha relación con su propia experiencia, el lector es conducido a una mejor comprensión del mundo de las emociones. Hay que escuchar las emociones, en lugar de ignorarlas. Las historias de ira, asco, miedo, tristeza y alegría compartidas valientemente por personas de distintas nacionalidades y presentadas en el texto, son la prueba no solo de que se puede hablar de las emociones, sino también de que tienen mucho que enseñar.