Fuente de lectura imprescindible para conocer la filosofía antigua en su conjunto, en La naturaleza de los dioses Cicerón (106-43 a.C.), probablemente la cabeza más brillante y completa del mundo romano republicano, toma como objetivo indagar en el concepto de divinidad atendiendo a dos cuestiones fundamentales: la de su existencia o inexistencia y, en segundo lugar, la de la relación que cabe suponer que ésta entabla con el ser humano, ya sea de indiferencia -de acuerdo con la doctrina epicúrea- o por el contrario, en clave estoica, de carácter providente y benefactor. La obra, muy rica en información, es fuente de máximo interés (a veces indispensable) para conocer de manera indirecta la opinión de un buen número de pensadores antiguos -griegos sobre todo- y para vislumbrar el complejo y competitivo panorama que perfilaban las escuelas helenísticas en la naciente filosofía romana del momento.Traducción e introducción de Ángel Escobar